Atotonilco, "La Sixtina mexicana".
Santuario penitencial,dedicado a Nuestro Señor Jesucristo. Sus paredes y techos están íntegramente cubiertos por pinturas de imágenes y textos,casi no hay imágenes de bulto (muy pocas en determinados espacios). LAS personas concurrían allí desde 1748 para hacer ejercicios espirituales de penitencia (sobre todo corporal). Después del Vaticano II se ofrecieron retiros penitenciales de otro estilo, pero las personas continuaron yendo por su cuenta a realizar sus retiros según las pláticas y orientaciones históricas y continúan las penitencias corporales.
Estuvimos con una de las Hermanas que atienden el santuario y la casa de retiros que funciona actualmente y nos dijo que este Viernes Santo de 2013 habían ido unas 2500-3000 personas a hacer este tipo de retiro.
Eugenio nos contó que los obispos hicieron mucho por tratar de evitar estas prácticas, y aún lo hacen hasta donde les es posible, pero que la gente que concurre ahí desea hacer este tipo de oración, ofrecimiento y penitencia, no otro.
Me hace preguntarme hasta qué punto la obligación de enseñar y orientar la vida de fe del pueblo cristiano que tienen los obispos se toca con el respeto a la libertad y las maneras como la gente quiere y puede vivir y expresar su fe.
El santuario no es del obispo, es de los cristianos de esa diócesis, si ellos quieren expresar su fe mediante estas prácticas, ¿se debe dejar que lo hagan? ¿o no? es difícil de responder... Yo no acuerdo con las penitencias corporales, al contrario, pero creo que hay que ser respetuoso de las expresiones populares del sentimiento religioso de la gente...difícil dilema...
Vean algunas fotos del santuario...
Acá algunas fotos del interior del santuario. Vean las paredes total y absolutamente recubiertas de pinturas con escenas bíblicas, piadosas o con textos con oraciones, reflexiones, etc. No hay ni un pequeño espacio en blanco, todo, absolutamente todo es parte de una gran composición pictórica y, eventualmente, complementado con imágenes de bulto. Impresionante. (¿quiénes fueron los artistas que pintaron todo eso? ¿Cuánto tiempo demoraron?)
Acá mi favorita: la unción en Betania (Juan 12, 1-11)
Roberto y yo fuimos a ver los puestos de venta de objetos sagrados pues Eugenio nos había dicho que allí se vendian cilicios y coronas de espinas que la gente compraba cuando iba a hacer sus retiros.
Efectivamente hay cilicios de cuerdas con pequeñas piedras en las puntas y también coronas de espinas hechas con ramas auténticas (yo pensé que serían de plástico o algo así). La mujer que nos atendió pensó qué éramos un matrimonio y nos aclaró que no podían usarse los cilicios para "disciplinar a la señora". No se quién de nosotros quedó más espantado, si Roberto o yo. Nos reímos le dijimos que no éramos un matrimonio pero que de todos modos nadie pensaba en usar eso, que solo estábamos mirando. Le preguntamos si vendía mucho de esos elementos (también había toda clase de objetos religiosos, pero nosotros preguntamos por esos en particular) y nos respondió que si, sobre todo cuando había ejercicios y eran fiestas religiosas, que venían muchos peregrinos...Imagino que muchos los compraran también como recuerdo, como un objeto "folklórico", nada más...
Un fenómeno muy particular. Interesante visita...
No hay comentarios:
Publicar un comentario